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¿Es mejor leer libros en papel o electrónicos?

En plena transformación digital, la aparición de nuevas tecnologías influye constantemente en nuestro estilo de vida. La televisión, el cine o los videojuegos han cambiado nuestros hábitos de ocio, y la lectura también ha tenido que renovarse en muchos aspectos para mantenerse como alternativa frente a formas de entretenimiento más fáciles y rápidas. Una de las principales novedades es la aparición de los libros electrónicos, que se plantean como la evolución de los libros tradicionales en papel. Pero, ¿son realmente mejores?


Naturalmente, hay opiniones para todos los gustos y defensores de uno y otro formato. En última instancia siempre será una cuestión de preferencias personales, pero vamos a analizar los pros y contras de ambas opciones para ver en qué casos puede ser más recomendable usar cada una de ellas.




LIBROS DE PAPEL


El principal argumento a favor de los libros tradicionales, y por lo que la mayoría de gente los sigue prefiriendo, es la experiencia de lectura. Sentir la textura y el olor del papel hace que leer sea algo mucho más auténtico y favorece la memoria visual, además de que un tomo siempre es más topográfico y nos facilita crear un mapa mental del contenido. Por si fuera poco, el formato da pie a infinitas ideas de diseño que pueden hacer de los libros verdaderas obras de arte que tienen un valor añadido como elementos decorativos o de coleccionismo. En cierto modo, el mero hecho de poseer algo tangible, especialmente cuando es estéticamente bonito, te hace involucrarte más con la lectura de manera inconsciente.


Por otro lado, numerosos estudios han demostrado que leer libros físicos potencia los beneficios de la lectura, ya que previene mejor el deterioro cognitivo y mejora más las capacidades de comprensión de textos y de atención, fundamentalmente gracias a que no son multitarea. También hay que mencionar que si pasamos mucho tiempo con pantallas en nuestro día a día, leer en papel nos puede ayudar a reducir la fatiga visual y a mejorar la salud ocular y la calidad del sueño.


Otro punto a favor de los libros tradicionales es que no gastan energía ni tienes que preocuparte por la carga de la batería. Tampoco hay que actualizarlos ni sufren obsolescencia programada: los libros tardan siglos en deteriorarse, y si se conservan bien pueden durar eternamente. Además, son reutilizables: una vez terminas de leer uno, puedes regalarlo para compartirlo con alguien a quien le pueda interesar, donarlo a una biblioteca, revenderlo en una tienda de segunda mano o guardarlo para volver a leerlo en el futuro.



LIBROS ELECTRÓNICOS


La mayor ventaja de los libros en formato digital es el espacio: puedes llevar miles de libros en una pequeña tableta muy fácil de transportar. También ofrecen mayor versatilidad, ya que puedes adaptar el brillo de la pantalla para leer en cualquier sitio aunque no haya buena iluminación. Otra ventaja es que, si los libros están en la nube y tienes acceso a internet, puedes acceder a ellos a través de otros dispositivos como el móvil, que puede ser útil si te quedas sin batería o en momentos improvisados de la vida cotidiana. La experiencia de lectura también tiene sus puntos a favor, como la adaptabilidad del estilo de fuente, el tamaño de las letras o el color del fondo, así como la posibilidad de hacer búsquedas por palabras y muchas funcionalidades inspiradas en los libros físicos como la capacidad de poner marcadores, subrayar texto o añadir notas, que en un libro electrónico puedes hacer sin preocuparte de que sea irreversible.


Otro argumento favorable es la facilidad para adquirirlos. Los e-books son más baratos, y, aunque hay que hacer una inversión inicial para comprar el dispositivo, a la larga es la opción más económica. También son más fáciles y rápidos de adquirir, ya que puedes tenerlos al instante con unos pocos clics sin necesidad de ir a una librería ni esperar un envío. Y si lees mucho también serás más respetuoso con el medio ambiente, ya que la huella ecológica del consumo energético es menor que la del gasto de papel.



LA OPCIÓN IDEAL


Estas serían algunas de las diferencias más destacables. Pero entonces, ¿cuál es mejor? Como hemos adelantado al principio, es algo subjetivo y depende fundamentalmente de tus gustos y prioridades. Si no tienes una preferencia clara es cuando debes ponderar cuál se adapta mejor a tus hábitos de lectura y tu estilo de vida. Por ejemplo, si viajas mucho y sueles leer en medios de transporte o salas de espera, el formato digital puede ser más cómodo, mientras que si pasas mucho tiempo delante del ordenador y prefieres leer en un espacio de lectura bien acondicionado, aprovecharás más los beneficios de los libros en papel.


La decisión final es tuya, pero esperamos que estas ideas te animen a experimentar otras formas de disfrutar de la literatura. En nuestro catálogo puedes encontrar libros en ambos formatos, por lo que si te ha picado el gusanillo puedes probar con uno de ellos.


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